¿Cuéntanos sobre ti?
Bueno, veamos. Me describiría como un alma creativa y amante de los animales que perdió su camino en el mundo corporativo durante mucho tiempo en mis años formativos de trabajo. Sintiendo la obligación de encajar en la rueda de hámster de la vida y también algo condicionada por la ideología de que esa forma de vida era la única manera de ganar dinero real, y que "así son las cosas."
Mi familia era pobre como ratones de iglesia, así que la idea de cantar (siempre tuve ese sueño de joven) o trabajar en moda les parecía una tontería de chicas. Llegué a entender que el trabajo significaba algo que debes hacer para vivir, pero no para disfrutar. Ha sido un camino largo para mí, pero creo que finalmente he encontrado mi propio rumbo en la vida. El atractivo original del color, la textura y la identidad que descubrí de niño a través de la ropa ha permanecido como mi ancla y pasión.
¿A qué te dedicas?
En mi último año en el sexto curso de la escuela, y al reunirme con la orientadora profesional, quien me preguntó qué quería ser. En ese momento, elegí el camino equivocado porque mi respuesta fue "no lo sabía". Cuando en realidad sí lo sabía, solo que tenía demasiado miedo de aceptar mi verdad. Trabajar en moda y tal vez cantar un poco en un pequeño bar de jazz local. Pensé que ella me tomaría por tonta. Es gracioso ahora que lo pienso, porque ella ya me consideraba tonta por no saberlo, ¡así que bien podría habérselo dicho!
Terminé probando muchas carreras diferentes, lo cual no fue necesariamente malo; al menos descubrí todas las cosas que no quería hacer. Me ayudó a entender quién realmente quería ser. Mis carreras más significativas han sido como asistente personal (en todas sus formas; Ejecutiva, Virtual – que actualmente hago a tiempo parcial). Como entrenadora personal de fitness y terapeuta de masajes. Trabajé a tiempo parcial en todos estos roles, ya que siempre he querido tener tiempo para mí para desarrollar mi pasión por el estilismo y la moda. Algunas de mis clientas han sido mujeres a las que terminé estilizando. Llegaba al trabajo y a menudo comentaban mis atuendos y me pedían que reorganizara sus armarios.
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